lundi 29 juillet 2013

 rues eternellement desertes le dimanche
las calles siempre vacías de un domingo





asunción me retient aupres d´elle avec sa plage de cerfs-volants oú nous passons la majorité de nos dimanches. je minstalle dans le quotidien bruyant et vivant des vendeurs de chipa et leur cargaison sur la tete, les petites vieilles et les indigenes qui vendent leurs cocidos, produits de marque copiés et artisanats le long de la rue la plus huppée de la ville, le danger du centre la nuit (un ami qui s´est fait battre il y a un mois decroche son telephone :"tu t´es fait voler ton sac lá dans les cinq minutes oú je t´ai quittée? comment ca t´as arraché le couteau des mains de l´agresseur et tu l´as coursé???"). je peins un mur d´hostal le matin et observe les tatouages le soir, regardant fleurir les signes religieux, motifs tribals et prenoms des mamans sur la peau d´une large sélection de personnages dissemblables. il y a les histoires de tatouage couvrant celui couvrant celui fait par un pote avec une aiguille et un stylo bic a 15 ans, les fanatiques du club olympia et ceux qui se tatouent le nom dun etre aimé disparu. tous arrivent avec des énergies différentes sur le territoire du tatoueur, les groupes bruyants de nanas un peu inquietes venant se faire piercer en bande, les petits couples, les collegues et potes denfance en support moral, tous un poil nerveux au moment de soumettre son corps a la douleur, la blessure qui mettra plusieurs semaines/mois a guérir. pendant ce temps le maitre des lieux fait des blagues qui font rugir de rire les filles et realise des travaux avec une patience infinie jusqu´a ce qu´enfin sonne l´heure de la biere. en visitant les hostals du centre jecoute leurs histoires, le refuge comfortable entierement peint par les mains des voyageurs, celui ou la grand-mere de la propriétaire actuelle a planté limmense arbre se penchant a lentree, dont les murs recueillent quelques photos de la famille, ou cet autre ou on recueille des animaux des rues. je quitte une maison pres de lactivite foisonnante du mercado 4 le matin et jemmenage par magie dans un appartement qui ne contient absolument rien sinon la vue la plus magnifique de toute la ville. dans mon frigo il y a mon premier client, une peau de cochon avec encore pas moins de cinq tétons, dont l´odeur nargue lappétit du chien pendant que je lui applique mes motifs. je repars pecher ma tente a concepción et me rends compte qu´encore une fois j´avais promis partir trois jours, et j´ai disparu plus d´un mois.
asunción me retiene a su lado con su playa de volantines donde pasamos la mayor parte del domingo. me instalo en el cotidiano bullicioso y lleno de movimiento de los vendedores de chipa con su mercancía en la cabeza, las viejitas y los indígenas vendiendo cocido, falsos productos de marca y artesanía en la calle la mas cara de la capital, el peligro del centro de noche (un amigo golpeado hace un mes contesta a su teléfono " te robaron tu bolso en los últimos cinco minutos desde que me vaya? cómo que agarraste su cuchillo y lo perseguiste???). pinto un muro de hostal en la mañana y observo los tatuajes en la tarde. miro mientras signos religiosos, motivos tribales y los nombres de las mamas florecen sobre la piel de un largo sorteo de personajes disimilares. hay las historias del tatuaje tapando la tapa del que te hizó tu amigo con una aguja y un bolígrafo cuando tenías 15 años, los fanáticos del club olympia y los que se tatúan el nombre de un ser amado fallecido. todos llegan con energías diferentes en el territorio del tatuador, los grupos ruidosos de chicas un poco asustadas que se vienen a hacer piercing en pandilla, las parejitas, los colegas y amigos de infancia como apoyo moral, todos algo nerviosos a la hora de someter su cuerpo al dolor, a la herida que tardará semanas/meses en sanar. mientras tanto el dueño de casa hace bromas que hacen reírse muy fuerte las muchachas, y realiza trabajos con una paciencia infinita hasta que por fin suena la hora de la cerveza. visitando los hostales del centro escucho sus historias, el confortable refugio pintado solo por las manos de los viajadores, el otro donde la abuela de la dueña actual plantó el árbol inmenso inclinado sobre la entrada, y que todavía tiene fotos de familia en las paredes, y él donde se recoge animales de la calle. dejo una casa al lado de la actividad intensa del mercado cuatro en la mañana, y con un toque de magia me mudo en un departamento completamente vacío, excepto por las ventanas ofreciendo la mejor vista de toda la ciudad. en mi nevera hay mi primer cliente, una piel de lechón con todavía unos cinco pezones, cuya olor juega con el self-control del perro mientras le aplico mis motivos. vuelvo a buscar mi carpa en concepción, y me doy cuenta que otra vez prometí irme tres días, y desaparecí mas de un mes.


une nouvelle vue au 14e etage
una nueva vista en el piso 14

premiere nuit chez nous avec les colocataires
primera noche en nuestra casa con los compañeros de piso














Aucun commentaire: